De tocar piedras, beber hierro a la confección de trajes espaciales.  Breve Historia de la Terapia de Campos Electromagnéticos Pulsados (PEMF)

Tecnología innovadora para el beneficio de la salud.

Las terapias PEMF para muchos son una gran novedad, hoy en día los dispositivos de PEMF siguen generando asombro, a pesar de que su historia ha acumulado más de tres siglos y cuenta con miles de estudios científicos que avalan su uso médico.

Expertos consideran como causa posible a la lenta popularidad que ha tenido esta tecnología, la competencia farmacéutica en Occidente. Sin embargo, PEMF no debería de verse como una competencia, desde siempre ha sido considerado como un excelente complemento a la farmacología y debido a que no presenta efectos secundarios puede ir de la mano junto con cualquier otra terapia.

PEMF es innovación médica, es versátil, beneficiosa no solo para humanos, sino también en animales.

Desde cuándo y cómo se originó la tecnología PEMF, cómo se desarrolló. El comienzo de esta historia es mucho antes de lo que imaginarías.

Existen escritos chinos que datan del año 200a.c la utilización de rocas magnéticas en puntos meridianos de la acupuntura.

Se dice que Hipócrates, el padre de la medicina occidental, hacía uso del magnetismo para aliviar dolores de cabeza.

Estos son solo un par de muchos otros ejemplos que demuestran que a lo largo de los siglos, los campos magnéticos se han encontrado por accidente con el fin de mejorar la salud de las personas.

Viajemos al siglo XVIII con una bebida de hierro.

En 1774 el médico y filósofo alemán Franz Anton Mesmer, descubrió resultados sorprendentes en el tratamiento de pacientes que sufrían enfermedades mentales. Mesmer hizo beber a una paciente una preparación que contenía hierro.  Después de hacerle tragar este líquido y pasando dos imanes a su alrededor, la paciente manifestó por varias horas alivio de sus síntomas.

Otro de los pioneros del uso médico de la energía electromagnética fue Nikola Tesla, quien descubrió en 1891 que la corriente eléctrica podía pasar a través del cuerpo humano sin causar daños, además observó que las células responden de forma positiva con la energía, que aliviaba el dolor físico, creando así un dispositivo electromagnético similar a la conocida bobina de Tesla, abriendo la posibilidad de continuar con investigaciones sobre lo que conocemos actualmente como PEMF.

Einstein también dió un aporte importante cuando propuso que el magnetismo y la electricidad proceden de una misma naturaleza.

Manos a la obra a partir de 1950

 

Fue hasta después de la segunda guerra mundial, que algunos países alrededor del mundo invirtieron recursos importantes en la investigación y desarrollo de PEMF.

La NASA en la década de los 60s fue una de las primeras en investigar la tecnología PEMF e invirtió más de 3,5 millones de dólares en su investigación.

Su interés fue principalmente ayudar a los astronautas con sus deterioros de salud al estar lejos del campo magnético terrestre.  Desarrollando sus propias almohadillas PEMF en las naves espaciales y así mitigar la pérdida ósea y la degeneración muscular.

Al mismo tiempo, la antigua Unión Soviética realizaba sus propios estudios sobre el uso de PEMF, sus descubrimientos a favor de la salud fueron tan sorprendentes que esta forma de terapia fue adoptada por los hospitales de toda la Unión Soviética y Europa del Este inicialmente y luego fue expandiéndose al resto de Europa y el mundo.

En 1979, la FDA aprobó la terapia PEMF para la curación de fracturas no consolidadas. Tres años más tarde, aprobaron dispositivos PEMF de baja potencia llamados BGS o estimuladores del crecimiento óseo para uso humano.

La terapia PEMF fue aprobada para la incontinencia urinaria y la estimulación muscular en 1998. En 2004, la FDA aprobó el uso de PEMF en cirugías cervicales y dos años más tarde para el tratamiento de la depresión y la ansiedad, y en 2011 aprobó la terapia PEMF para el tratamiento del cáncer cerebral.

Tecnología a nuestro alcance

Gracias a esta maravillosa historia que inició hace cientos de años atrás, hoy en día podemos contar con un dispositivo MyMat PEMF que es portátil, inalámbrico, de uso casero, el cual trabaja a nivel celular con un amplio rango de uso ante diferentes patologías, en beneficio de la salud de todos los humanos y animales.

MyMat se distribuye en todo el mundo. Según las necesidades del usuario puede elegir entre cuatro presentaciones diferentes MyMat Go, Pro, Clinic y Equinox. MyMat es tan fácil de usar mediante su App, que no es necesario contar con un profesional en salud o un técnico para programarlo.

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