Toda nuestra existencia, toda la materia, toda la vida, todas las experiencias, todo, debe su existencia en el mundo físico a la frecuencia.

Absolutamente todo es frecuencia. No se puede tener una experiencia en este planeta sin ser interpretada a través de la frecuencia. Cada emoción, incluyendo el amor, sintoniza con una frecuencia específica. La salud tiene una frecuencia. La enfermedad tiene una frecuencia.

Sus órganos están cada uno sintonizados a una frecuencia específica, así como todo su cuerpo, que resuena en su propia frecuencia. Somos una sinfonía de frecuencias mientras se proyecta a través de este universo y crea su realidad física. Usted es un maestro de su energía, y por lo tanto es capaz de controlar todo lo que usted es, todo lo que hace y todo lo que experimenta.

Desde el día en que nace hasta que el día de su muerte, nada va a cambiar el hecho de que usted es tanto un emisor como un receptor de frecuencia en proceso de cambio con su entorno interno y externo.

El ADN posee dos características estructurales de antenas fractales, conducción electrónica y auto simetría.

La conducción eléctrica permite el movimiento de las partículas cargadas eléctricamente dentro del cuerpo y ese flujo produce nuestra fuerza de vida.

La vida misma tal como la conocemos está entrelazada con formas geométricas, desde los ángulos de enlaces atómicos hasta las moléculas de los aminoácidos, a las espirales helicoidales de ADN, al prototipo esférico de la célula, a las primeras células de un organismo que asume formas vesicales, tetraédricas, y formas tetraédricas y de estrella (dobles) antes de la diversificación de los tejidos para diferentes funciones fisiológicas.

Las moléculas de nuestro ADN, la córnea de nuestros ojos, los copos de nieve, los conos de pino, los pétalos de las flores, los cristales de diamante, la ramificación de los árboles, una concha de caracol, la estrella alrededor de la cual giramos, la galaxia en espiral dentro de nosotros, el aire que respiramos, y todas las formas de vida como nosotros las conocemos emergen de códigos geométricos eternos que se conectan e interactúan por medio de la vibración y la frecuencia. Todo vibra, fluye y se transforma.