Una correcta comunicación

Según la neurociencia, el ser humano puede actuar en situaciones exactamente iguales, de maneras completamente contrarias, y todo esto según nuestro estado de ánimo ante la situación en concreto. Nosotros podemos auto evaluarnos y conocer cómo reaccionamos, pero no podemos evaluar qué tanto afecta al entorno nuestro comportamiento hasta que lo ponemos a prueba.

Cuando nos comunicamos, el asertividad con la que nos manejamos, puede cambiar todo el ambiente en el que nos encontremos. Por ejemplo, en nuestro trabajo, si somos amables con esa persona que tal vez no es de nuestro agrado, tanto nosotros mismos como esa persona puede empezar a cambiar y a aligerar las tensiones de la situación. Estudios indican, por ejemplo, que, al sonreírle con frecuencia a las personas, de manera amable, aunque nos cueste o no sea lo que sintamos en ese momento, ayuda al cerebro a asimilar el sentimiento de paz y felicidad, y esto puede ayudarnos a comunicar mayor asertividad y por ende mejorar un ambiente familiar o de trabajo que se encuentre tenso.

Es común escuchar las frases “se positivo”, “sonríe”, “vive feliz”, pero pocas veces entendemos la explicación científica de estas frases. El cerebro es un órgano cambiante, al cual podemos educar de manera que nos ayude a sobrellevar los problemas que tenemos durante el día. Por ejemplo, cuando tenemos una situación que nos cause ira o angustia, en vez de poner atención y ser enfáticos en lo que haya causado esa sensación, y comenzamos a vislumbrar soluciones, nuestro cerebro se acostumbrará a tomar este camino ante problemas similares, esto abrirá la puerta a muchas más oportunidades en situaciones límites y, por ende, nos convertirá en personas positivas.

Por otro lado, cuando empezamos a encontrar soluciones a los problemas y a darle más importancia a la luz al final del túnel, nuestro entorno puede llegar a cambiar poco a poco. En un ambiente familiar, no será lo mismo afrontar problemas con la vitalidad de poder vencerlos, que transmitirles a los demás miembros de la familia el estrés que estos provocan, desencadenando un ambiente tenso y poco amable para todos. Nuestro comportamiento puede afectar directamente a nuestros hijos, abuelos, padres y compañeros de trabajo, por lo que, la búsqueda de soluciones y una correcta comunicación ante los demás puede mejorar la calidad de vida de todo nuestro entorno.

Los campos electromagnéticos pulsados, al emular las frecuencias sanas del cuerpo, pueden llegar a disminuir el estrés y la tensión que sentimos, ayudándonos a armonizar nuestra capacidad de ser asertivos y tener emociones que generen mayor armonía. Esto no sólo nos hará sentir bien, sino que además nos ayudará a comunicarnos con nuestro entorno de una mejor manera, aumentando así la posibilidad de mantenernos en espacios libres de toxicidad emocional. El MyMat cuenta actualmente con programas guiados a la felicidad, la paz y la vitalidad que pueden ayudarnos a sentirnos y comunicarnos mejor con nuestro entorno.

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